(EPICURO, Carta a Heródoto, capítulo 135 del libro X de las Vidas de los filósofos de Diógenes Laercio)

Un oasis virtual en medio del desierto real: "Retirado en la paz de estos desiertos, con pocos, pero doctos libros juntos, vivo en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos." (Quevedo)