“Jenócrates, el discípulo de Platón, veía la esencia de la filosofía en que educaba al hombre enseñándole a realizar voluntariamente lo que la masa sólo realiza bajo la coacción de la ley.”
Un oasis virtual en medio del desierto real: "Retirado en la paz de estos desiertos, con pocos, pero doctos libros juntos, vivo en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos." (Quevedo)
viernes, julio 27, 2007
La democracia más justa
“Para decirlo en una palabra, aquéllos [Solón y Clístenes] habían determinado que el pueblo, como un tirano, debía establecer los cargos públicos, castigar a los infractores y resolver las disputas, y que los que fueran capaces de mandar y hubieran adquirido unos medios de vida suficientes, se ocuparan de los asuntos públicos como si fueran sus servidores y que, si llegaban a ser justos, fueran aplaudidos y se conformaran con este honor. Además, que no alcanzaran disculpa alguna caso de gobernar mal, sino que cayeran en las mayores penas. Por eso ¿cómo se podría encontrar una democracia más firme o más justa que la que ponía a los más capacitados al frente de los asuntos y hacía al pueblo señor de ellos?”
(ISÓCRATES, Areopagítico, 21-28)
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